Definición de los rangos angelicales.
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Definición de los rangos angelicales.
--- Primera Esfera (fuentes del Antiguo Testamento)
:::Serafines:
:::Serafines:
- Spoiler:
- Un serafín (שׂרף hebreo, Serafín plurales del שׂרפים) es una de las clases de seres celestiales que aparecen mencionados en la Biblia Hebrea (Tanakh o Antiguo Testamento), en Isaías. La imaginería judía tardía los describe con forma humana, y de esa manera pasaron a las categorías de los ángeles cristianos. Hay sólo dos ángeles en la Biblia griega y en la hebrea mencionados por nombre: Miguel (que es descrito como un arcángel) y Gabriel.
Serafines en Isaías
Isaías (6: 1-3) describe la visión que tuvo el profeta sobre los serafines:
“…yo vi al Señor sentado en un trono elevado y excelso, y las orlas de su manto llenaban el Templo. Unos serafines estaban de pie por encima de él. Cada uno tenía seis alas: con dos se cubrían el rostro, y con dos se cubrían los pies, y con dos volaban. Y uno gritaba hacia el otro: "¡Santo, santo, santo es el Señor de los ejércitos!
Toda la tierra está llena de su gloria".
En la visión los serafines cantan continuamente unos a otros, ‘Alabado, alabado, alabado, es el señor de las huestes: toda la Tierra está llena de su Gloria’. Las ‘fundaciones de los umbrales’ del Templo eran movidas por el sonido de sus voces.
Esta es la única acepción de la palabra ‘serafín’ que se encuentra en la Biblia Hebrea con el sentido de seres celestiales.
Serafines en el Judaísmo
Los serafines son parte de la angelarquía del Judaísmo ortodoxo, y la visión de Isaías es repetida varias veces en los oficios judíos diarios, incluso en la oración Kedusha añadida como parte de la repetición de la Amidalah y en varias otras oraciones también.
Los serafines ocupan el quinto rango de diez categorías de ángeles según la exposición de Maimónides sobre la jerarquía angelical judía.
El Judaísmo conservador conserva la creencia tradicional en los ángeles, incluyendo referencias en la liturgia, aunque la creencia literal en ellos no es para nada universal entre los judíos conservadores.
El Judaísmo reformado y el Judaísmo Reconstruccionista generalmente no sostienen la creencia en los ángeles, pero aún retienen referencias para propósitos metafóricos.
Serafines en el Cristianismo
Los Serafines y los Querubines son, en la teología cristiana, dos tipos separados de ángeles. Las descripciones de los Serafines, Querubines, y Ofanimes son a menudo similares, pero igualmente se diferencian.
En la teología medieval neo-platónica, los Serafines pertenecían al orden más alto, o coro angélico, de la jerarquía de los ángeles. Se dice que son los guardianes del trono de Dios, y continuamente cantan Kadosh, Kadosh, Kadosh, es decir, ‘Bendito, Bendito, Bendito’ (ver Isaías 6: 3 “Bendito, Bendito, Bendito es el Señor de los ejércitos, la Tierra entera está llena de su gloria”).
Este canto es referido como ‘el Trisagión’.
El escritor medieval Pseudo Dionisio el Areopagita incluyó a los serafines en su obra Jerarquía Celestial (Vll), lo que ayudó a disminuir la naturaleza fiera de los serafines en la imaginería medieval. Es aquí donde los Serafines son descritos como seres que se ocupan de mantener a la Divinidad en perfecto orden, y no se limitan a cantar el trisagión. Tomando datos de los escritos de la tradición rabínica, él da una etimología a los serafines diciendo que son “aquellos que prenden o hacen fuego”:
“El nombre Serafín claramente indica su incesante y eterna revolución en torno a los Divinos Principios, su calor y su sabiduría, la exhuberancia de su intensa, perpetua e incansable actividad, y su elevada y enérgica asimilación a sus inferiores, prendiendo e incendiándolos con su propio calor, y purificándolos completamente por medio de una llama ardiente; y por el invisible, eterno, radiante e iluminador poder, disipando y destruyendo las sombras de la oscuridad” (Jerarquía Celestial, Vll).
Tomás Aquino en la Summa Theologiae ofrece la descripción de la naturaleza de un serafín:
“El nombre ‘serafín’ no viene sólo de la caridad, sino del exceso de caridad, expresado por la palabra ardor o fuego. De ahí que Dionisio (Jer. Cel. Vll) expone el término ‘serafín’ acorde a las propiedades del fuego, que contiene un exceso de calor. Sobre el fuego podemos considerar tres cosas.
La primera es que el movimiento es hacia arriba y continuo. Esto significa que nacen ineludiblemente hacia Dios.
En segundo lugar, la fuerza activa que es el ‘calor’, y que no se encuentra únicamente en el fuego, sino que existe con cierta agudeza ya que posee una acción de penetración que alcanza incluso a las cosas más chicas, y a las que fuere, con gran y abundante fervor; a través de él la acción de los ángeles se significa, al ejercitarse poderosamente sobre aquellos que son sujeto de este, enardeciéndolos con fervor, y limpiándolos por completo con su calor.
En tercer lugar consideramos en el fuego la cualidad de la claridad, o de la brillantez; lo que significa que estos ángeles tienen en ellos mismos una luz inextinguible, y que ellos también iluminan a los demás”.
Con la renovación del neo-platonismo en la academia, formado alrededor de Lorenzo de Medici, los serafines tomaron un rol místico con Pico Della Mirandola y su obra Oración sobre la dignidad del hombre (1487), epítome del humanismo renacentista.
Pico tomó la fiereza de los Serafines –“ellos queman con el fuego de la caridad”- como los modelos más altos de la aspiración humana: “impacientes de cualquier segundo lugar, déjanos emular la dignidad y la gloria. Y, si lo deseamos, seremos inferiores a ellos en nada”, anunció el joven Pico, en el primer flujo de confidencia optimista en la capacidad humana que es la acuñación del Renacimiento. “A la luz de la inteligencia, meditando sobre el Creador en su trabajo, y el trabajo en su Creador, seremos resplandecientes con la luz de los querubines. Si ardemos de amor únicamente por el Creador, su fuego consumidor nos transformará rápidamente en semblanzas ardientes de los Serafines”.
Buenaventura, un teólogo franciscano que fue contemporáneo de Tomás Aquino, usa las seis alas de los serafines como una importante construcción analógica en su obra mística El viaje de la mente hacia Dios (The Journey of the mind to God).
Los Serafines también son mencionados en el Libro de las Revelaciones por estar eternamente en presencia de Dios, alabándolo constantemente: “Día y noche no cesan de decir: ‘Bendito, bendito, bendito es el Señor Dios Todopoderoso, que fue, es y será”.
A medida que se desarrollaban en la teología cristiana, los serafines son seres de pura luz y tienen comunicación directa con Dios.
Ellos resuenan con el fuego simbólicamente atado tanto a la purificación como al amor. La misma etimología de ‘serafín’ viene de la palabra saraph. Saraph en todas sus formas es usada para connotar un estado fiero e incendiario. Los serafines, como son descritos clásicamente, pueden ser identificados por sus seis alas radiantes de su cara angelical.
:::Querubines:
:::Querubines:
- Spoiler:
Un querubín (כרוב hebreo, kruvim plural del כרובים) es una entidad sobrenatural mencionada en repetidas ocasiones en la Torah (la Biblia Hebrea), y en el Libro de las Revelaciones (un texto del Nuevo Testamento), y también fue representado en el arte occidental con frecuencia.
Perspectivas religiosas
Judaísmo
El Judaísmo Ortodoxo sostiene la creencia en la existencia de los ángeles, incluyendo a los ángeles dentro de su angeología, al igual que el Judaísmo Conservador, aunque algunos factores interpretan ciertas referencias litúrgicas a los querubines de forma más figurativa.
De acuerdo con el Talmud, cuando el Birkat HaMazon (la acción de Gracias después de las comidas) es recitada por al menos diez mil personas sentadas en una comida, la bendición especial “Bendito es Ha- Shem nuestro Señor, el Dios de Israel, que habita entre los querubines” tradicionalmente se añade a la liturgia regular.
El término también se usa para referirse a las descripciones de los querubines en el Templo de Salomón, incluyendo a los dos querubines que fueron parte del Arca de la Alianza. El libro de los Números describe la voz de Dios hablándole a Moisés desde lo alto del Arca, entre dos querubines (Números 7:89).
El Judaísmo reformista y el Judaísmo reconstruccionista generalmente rechazan las referencias a los ángeles, o las interpretan metafóricamente. Sin embargo, en la Kabalá y en los principios del Judaísmo jasídico y del misticismo judío, existe una fuerte creencia en los querubines, que junto con otro ángeles, se considera que tiene roles místicos. El Zohar, una colección de libros místicos judíos sumamente importante, establece que los querubines fueron guiados por uno de los suyos, llamado Kerubiel.
Otras perspectivas religiosas
Islam
Hasta cierto punto el buraq- un animal volador blanco y largo, más grande que un burro pero más pequeño que una mula, que en el Islam se considera que es el monte de los Profetas-, se parece al kirabu descrito anteriormente, o a otras criaturas híbridas.
El buraq, sin embargo, es considerado un ángel. Los ángeles en general son representados en las fuentes islámicas como capaces de tomar numerosas formas, que pueden ser más o menos humanas, e incluyen muchas de las características conocidas en las tradiciones judías y cristianas.
Cristiandad
En la Teología católica, así como en las ideas presentadas en las obras de Pseudo- Dionisio, el querubín ocupa el segundo lugar en el rango de la jerarquía angelical, debajo de los serafines. En el arte occidental, los Putti son confundidos a veces con los Querubines, aunque no tienen nada en común.
Crítica bíblica contemporánea
El lingüista Roland De Vaux afirma que el término ‘querubín’ posee un parentesco con la palabra asiria karabu, la acadia kuribu, y la babilónica karabu; el término asirio significa ‘grande, poderoso’, mientras que la acadia y babilónica significan ‘propicio, bendito’. En algunas regiones el término asirio- babilónico se refirió en particular a los espíritus que servían a los dioses, sobre todo los shedu (toros con cabeza humana). Según los autores de la enciclopedia judía, los asirios a veces se referían a estos como kirubu, palabra relacionada gramaticalmente con karabu.
De acuerdo con el comentario de Peak sobre la Biblia, un número de estudiosos propuso que los querubines fueron originalmente una versión de los shedu, divinidades protectoras a veces encontradas como pares de estatuas colosales puestas al lado de los objetos que deben recibir la protección, como las puertas.
Sin embargo, aunque los shedu eran populares en Mesopotamia, los restos arqueológicos del Oriente sugieren que eran muy raros de encontrar en las inmediaciones de los israelitas. Por otro lado, los Lammasu (leones alados con cabezas de hombres, parecidos a la esfinge), eran las criaturas aladas más populares en el arte fenicio, y por eso la mayoría de los estudiosos sospechan que los querubines fueron en su origen una forma de Lammasu.
En particular, en una escena que recuerda el sueño de Ezequiel, los marfiles de Megiddo –yacimientos encontrados en Meggido (que se convirtió en una de las ciudades israelitas más importantes)- representan a un rey desconocido siendo llevado en su trono por criaturas aladas híbridas. Según el arqueólogo Israel Finkelstein, los israelitas crecieron de una subcultura de la sociedad cananea, y por ello consideraron que era natural que los israelitas continuaran usando a las divinidades protectoras cananeas.
Acorde a los editores de la enciclopedia judía de 1906, los Lammasu fueron originariamente descritos con cabeza de rey, cuerpo de león, y alas de águila, pero debido a la belleza artística de las alas, éstas pasaron a ser la parte más prominente en la imaginería. Las alas luego fueron apropiadas por el hombre, dando lugar a la imagen esterotípica del ángel.
El grifo –una criatura similar pero con cabeza de águila en lugar de una de león-, también fue propuesto como un origen, surgido en la cultura israelita como resultado del uso hitita de los grifos (más que ser descritos como bestias agresivas, las descripciones hititas los muestran sentados en calma, como guardianes), y algunos estudiosos han propuesto que grifo puede relacionarse con querubín, pero los Lammasu fueron significativamente más importantes en la cultura levantina, y por eso es más probable que sean su origen.
Según los editores de la enciclopedia judía, la tradición temprana israelita concibió a los querubines como guardianes del Jardín del Edén, estando desprovistos de sentimientos humanos, y llevando la responsabilidad de representar a los dioses y de guardar los santuarios de intrusos, de la misma manera que aparece en un relato encontrado en la Tabla 9 de las inscripciones de Nimrud.
En esta visión, los querubines, al igual que los shedu, fueron probablemente en su origen descripciones de dioses de la tormenta, sobre todo de los vientos tormentosos. Esta visión es una hipótesis que explica la razón por la que los querubines son representados en acción a medida que la carroza de Yahweh avanza en el sueño de Ezequiel, los Libros de Samuel, los pasajes paralelos del último Libro de las Crónicas, y pasajes en los primeros Salmos.
Re: Definición de los rangos angelicales.
:::Ofanimes:
- Spoiler:
Un ofan es un ser celestial descrito en el Libro de Enoc como guardián constante (junto con los Querubines y Serafines) del trono de Dios.
El término ‘ofan’ significa ‘rueda’ en Hebreo, por lo cual los ofanes han sido asociados con la descripción que aparece en Ezequiel 1: 15-21 y posiblemente con Daniel 7:9 (en este último aparecen mencionados como gagal, o ‘las ruedas de Gagallin’) y las cuatro ruedas cubiertas de ojos que se movían al lado de los querubines, bajo el Trono de Dios. Las cuatro ruedas se movían con los querubines porque su espíritu estaba en ellas.
También se refieren a ellas como ‘las llenas de ojos’ en el Segundo Libro de Enoc.
Los ofanim también son comparados con los Tronos, en asociación con las ‘ruedas’ que aparecen en la visión de Daniel 7:9 (Antiguo Testamento). Ellos llevan el trono de Dios, de ahí su nombre. Sin embargo, no parecen ser los mismos Tronos que menciona Pablo de Tarso en Colosenses 1:16 (Nuevo Testamento).
Función y Filosofía
Estos ángeles príncipes son llamados a menudo ‘Ophanim, ruedas de Galgallin’. Se dice que eran las mismísimas ruedas de la carroza celestial del Señor (Merkabah). “Las cuatro ruedas tienen llantas y su radio estaba lleno de ojos a su alrededor”. Con frecuencia se los nombra como las ‘llenas de ojos’.
Gulley (1996, p.37) afirma que: “Los tronos, también conocidos como ‘ophanim’ y ‘galgallin’, son criaturas que funcionan como las carrozas de Dios conducidas por los querubines. Se caracterizan por su paz y sumisión; Dios descansa en ellos. Los Tronos son descritos como enormes ruedas que contienen muchos ojos, y residen en un área del cosmos donde las formas materiales comienzan a tomar contextura. Cantan loas a Dios y permanecen eternamente en su presencia. Ellos mantienen la armonía cósmica de todas las leyes universales”.
Escrito por Pilar Guiroy
Tienen la apariencia física más extraña de los ejércitos celestiales, ya que son representados como grandes ruedas brillantes cubiertas de ojos. Una explicación de esto (además de que actúan como la carroza de Dios), es que marcan el fin del primer Coro, donde las emanaciones de Dios comienzan a tomar formas más materiales, y por eso existen en un estado de transición.
Los Ofanim en las tradiciones espirituales
Ofanim en el Judaísmo
Maimónides ubica a los ofanim como segundos en rango entre las diez categorías de ángeles que expone en la jerarquía angelical judía.
Los ofanim son mencionados en la oración kal adon, a menudo cantada por la congregación, como parte del oficio matutino del Shabbat.
En la jerarquía angelical judía los tronos y las ruedas son diferentes.
Re: Definición de los rangos angelicales.
--- Segunda Esfera (fuentes del Nuevo Testamento)
:::Tronos:
:::Dominaciones:
:::Poderes:
:::Soberanos y Autoridades:
:::Tronos:
- Spoiler:
- Tronos en la iglesia Católica
De Coelesti Hierarchia se refiere a los Tronos (la descripción del Antiguo testamento) como la tercera Orden de la primera esfera; los otros dos órdenes superiores son los Querubines y los Serafines. El texto dice que “El nombre de los más gloriosos y exultantes Tronos denota que están exentos e incontaminados de toda mancha y cosa terrenal, y que ascienden el camino empinado. Porque ellos no toman parte en lo mundano, sino que habitan junto al máximo poder, inamovible y perfecto, establecido en lo Más Alto, y reciben la divina Inmanencia sobre toda pasión y asunto, manifestándose a Dios y siendo abiertos a la participación divina”.
Señores de las llamas en las enseñanzas de la sabiduría occidental
La concepción cósmica rosicruciana refiere que ‘los señores de las llamas’ (una jerarquía de Eolhim astrológicamente asignada a Leo), son los Tronos que aparecen en la descripción del Antiguo Testamento ‘debido a la brillante luminosidad de sus cuerpos y sus grandes poderes espirituales’; las otras dos jerarquías de seres superiores son los querubines y serafines. Según sus enseñanzas, estas tres jerarquías han alcanzado la salvación, y por eso no son activos en el trabajo de la evolución.
Los Tronos son una clase de seres celestiales mencionados por Pablo de Tarso en Colosenses 1:16 (Nuevo Testamento) y tienen relación con el trono de Dios Padre. Son los símbolos vivientes de la justicia y autoridad de Dios. Según el Nuevo Testamento, estos seres celestiales están entre los Órdenes que sirven a Cristo. Los Tronos son mencionados nuevamente en Revelaciones 11:16.
El orden correspondiente de ángeles en el Judaísmo se llama ‘abalim’ o ‘arelim’. Los ofanim (ruedas de Galgallin) son una clase distinta de seres celestiales, ubicados bajo varias jerarquías cristianas angelicales, que también son conocidas como ‘Tronos’, en referencia a Daniel 7:9 (Antiguo Testamento). Son los que llevan al trono de Dios, por eso llevan ese nombre. Se los describe como enormes ruedas cubiertas de ojos.
Acerca de los Tronos
Los Tronos son ángeles pertenecientes al Sexto Orden (segunda esfera); se trata de seres de tremendo poder y movimiento. Son los guardianes de las energías más altas. Ellos se ocupan de que estas energías mantengan las conexiones y fluyan a través de las esferas. Actúan como los conductos de los mundos físicos y tienden a ser inmóviles en su existencia.
Según la tradición
El espíritu de Dios es transmitido de alguna manera a estos ángeles, que a su vez pasan el mensaje a los hombres y a los ángeles inferiores.
Los Tronos son conocidos en las escrituras como los transportadores de la justicia, pero su status en la jerarquía es confuso, a veces están por encima de los serafines, y a veces están al mismo nivel que los querubines. Pertenecen al segundo Coro, y tienen planetas asignados.
Esta posición los convierte en algunos de los ángeles más poderosos al servicio de Dios. Según Tomás de Aquino, los Tronos tienen la tarea de deliberar la disposición de los juicios divinos. En otras palabras, ellos llevan a cabo o completan la justicia divina del Señor.
Crean, comunican y colectan las energías positivas entrantes y salientes. La dispensación de la justicia es importante para los Tronos, ellos envían energías curativas a las víctimas y brillan con luz sobre las injusticias para llamar nuestra atención a su existencia.
Al igual que sus contrapartes en la segunda tríada angelical, ellos son los más cercanos de todos los ángeles a la perfección espiritual y emanan la luz de Dios reflejando su bondad. A pesar de su grandeza ellos son muy humildes, característica que les permite dispensar justicia con objetividad perfecta y sin temor de caer en el orgullo o la ambición. Como son símbolos vivientes de la justicia de Dios y de su autoridad son llamados Tronos y llevan a un trono como su símbolo.
Según las enseñanzas de la sabiduría occidental
Los Tronos probablemente se puedan comparar con los “Señores de la Sabiduría”, una Jerarquía de Elohim astrológicamente asociada con Virgo, presentada en La concepción cósmica Rosicruciana. Ellos habitan, según esta cosmología, en el mundo del Espíritu Divino, que es la casa del Padre. Sin embargo, estas enseñanzas presentan directamente a los Tronos (de la visión del Antiguo Testamento) como una jerarquía más alta de seres celestiales llamada “Señores de las Llamas”. Según esta fuente, ambas jerarquías trabajaron juntas en un pasado remoto para el desarrollo de la humanidad.
:::Dominaciones:
- Spoiler:
Las Dominaciones, también conocidas como Hashmallim, tienen la tarea de regular los deberes de los ángeles menores. Reciben las órdenes de los Serafines, los Querubines, y del mismo Dios, y son responsables de asegurar el orden del cosmos. Es poco común que se muestren físicamente a los hombres, ellos se preocupan de los detalles de la existencia.
:::Poderes:
- Spoiler:
- Los Poderes son seres angelicales con forma de humo nebuloso de colores brillantes. Son los portadores de la consciencia y los guardianes de la historia. Los ángeles de la vida y la muerte son Poderes. Se manejan académicamente, y se ocupan de la filosofía, la teología, la religión, las ideologías, y los documentos pertenecientes a esos estudios. Los poderes son los depositarios del saber: se trata de un grupo de expertos que sirven como consejeros y planificadores de política. Su deber es el de supervisar la distribución del poder en la humanidad, de ahí su nombre.
:::Soberanos y Autoridades:
- Spoiler:
- Estos dos tipos de ángeles son iguales en poder y autoridad. Los soberanos desarrollan las ideologías, mientras que las autoridades escriben los documentos y las doctrinas.
Tanto los Poderes como los Soberanos se involucran en la formulación de ideologías. Sin embargo, los Poderes abarcan todo mientras que los Soberanos se centran en líneas específicas de pensamiento.
Las Autoridades se especializan en poner esas ideas por escrito y en producir documentos.
- Spoiler:
- Las Virtudes, también llamadas Fortalezas o Baluartes, residen detrás de los Tronos y son iguales a los Principados. Su tarea consiste en supervisar pequeños grupos de personas. Tienen forma de chispas de luz que inspiran a la humanidad muchos bienes, como el arte y la ciencia. No está claro el origen de su nombre.
Re: Definición de los rangos angelicales.
--- Tercera Esfera
:::Principados :
:::Arcángeles :
:::Angeles :
:::Principados :
- Spoiler:
- Los Principados son seres angelicales con forma de rayos de luz. Se encuentran detrás del grupo de los arcángeles. Son los ángeles guardianes de las naciones y los países, y se ocupan de los asuntos relacionados con los mismos, incluyendo política, cuestiones militares, comercio y cambio. Uno de sus deberes es elegir gobernadores para los humanos.
Pablo usó el término principados en Colosenses 1:16 y Efesios 1:21 y 3:10 pero es posible que lo haya usado para referirse a los principados de este mundo, es decir, a una nación, país o sociedad, en vez de referirse a los ángeles.
:::Arcángeles :
- Spoiler:
Los arcángeles son considerados generalmente el segundo orden inferior de la Primera esfera; estos ángeles cuidan el comportamiento humano y actúan como líderes administrativos de los seres celestiales. Un arcángel a menudo tiene tareas de gran importancia para el hombre. Sin embargo, según la angeología de Pseudo- Dionisio el Areopagita, los arcángeles residen justo bajo el orden menor angelical, perteneciente a los ángeles comunes.
La palabra arcángel es usada sólo dos veces en las Escrituras canónicas (pero varias veces en la Septuaginta): una referida a Miguel el arcángel, y la otra referida a un ser que se cree es Gabriel durante el retorno del Señor (Gabriel es preferido sobre Miguel debido a que es el ángel mensajero).
La creencia sobre que Satán era un querubín antes de su caída se ha desarrollado en los tiempos modernos. Esta creencia está basada en los hechos de que a) el querubín que cayó era un rey en la Tierra; y b) la contienda que aparece en la Revelación contra el arcángel Miguel parece mostrar que era un arcángel.
Algunos insisten en que los arcángeles no constituyen un orden separado, pero los tradicionales arcángeles católicos (Miguel, Rafael, Gabriel y a veces Uriel) son o querubines o serafines, además de arcángeles. Sin embargo, incluso en este caso, ser un arcángel claramente implica ser parte de la primera esfera de los ángeles. A veces, Lucifer también es considerado como arcángel antes de su caída. Como el segundo de Dios en el poder, no era probable que estuviera debajo de los serafines.
Los Arcángeles son los primeros en la jerarquía angelical. Se los encuentra en numerosas tradiciones religiosas, incluyendo el Islam, el Judaísmo y el Zoroastrianismo. En el Cristianismo bíblico el único arcángel nombrado como tal es Miguel. La palabra arcángel deriva del griego αρχάγγελος (arkangelos), αρχ –arco- (‘primer, primario, jefe’) y άγγελος angelos (mensajeros).
En el Judaísmo
No hay referencias explícitas a los arcángeles en los textos canónicos de la Biblia Hebrea (Antiguo Testamento). Incluso los mismos ángeles son poco comunes, excepto en los últimos escritos, como el de Daniel, aunque son mencionados brevemente en las historias de Jacob (quien, acorde con diversas interpretaciones, luchó con un ángel) y de Lot , que fue advertido por ángeles de la incipiente destrucción de las ciudades de Sodoma y Gomorra. Las primeras referencias a los arcángeles se encuentran en la literatura de los períodos ínter-testamentarios (por ejemplo, 4 Esdrás 4:36).
Por lo tanto se ha especulado que el interés judío en los ángeles fue aprehendido durante el cautiverio babilónico. Según el rabino Simeon ben Lakish de Tiberíades (230- 270 D. de C.), todos los nombres específicos para los ángeles fueron traídos por los judíos desde Babilonia.
Dentro de la tradición rabínica, la Kabalá, el capítulo 20 del Libro de Enoc, y la Vida de Adán y Eva, el número usual de arcángeles es al menos siete, que son los ángeles principales. Tres arcángeles mayores son con frecuencia nombrados: Miguel, Rafael y Gabriel. Hay cierta confusión acerca de uno de los siguientes ocho nombres, debido a que uno de ellos no es arcángel. Ellos son: Uriel, Sariel, Raquel y Remiel (posiblemente sea Ramiel, del Apocalipsis de Baruk), Zadkiel, Jophiel, Haniel y Chamuel.
Además, en los hogares tradicionales aún se canta una oda a los ángeles antes de la cena del viernes a la noche (Shabbos). Se llama ‘Shalom Aleichem’, que significa ‘la paz sea con ustedes’ (en referencia a los ángeles).
En el Cristianismo
El Nuevo Testamento raramente habla de los ángeles, y hace únicamente dos referencias a los arcángeles: Miguel en Judas 1:9 y en 1 Tesalonicenses 4:16, donde dice que ‘la voz de un arcángel’ será escuchada cuando Cristo regrese. Al contrario de lo que se cree popularmente, Gabriel nunca es llamado ‘arcángel’ en los Evangelios.
Sin embargo, en la tradición posterior de la Iglesia hay tres arcángeles: Miguel, Gabriel y Rafael; a veces se agrega un cuarto llamado Uriel. La tradición ortodoxa oriental menciona ‘miles de arcángeles’ pero venera sólo a siete de ellos por su nombre. Uriel está incluido, y los otros tres se llaman Selaphiel, Jegudiel y Barakiel.
A veces Satán (llamado Satanel en el Libro de Enoc) es considerado un arcángel caído cuyo nombre original era Lucifer.
Algunos protestantes veían a Miguel como el arcángel original, el único descrito explícitamente como tal en el canon protestante de la Biblia (Judas 1:9).
La edición de la Biblia usada por los protestantes, que excluye a los apócrifos, nunca menciona a Rafael y por eso no es reconocido por muchos de ellos. Rafael, sin embargo, es nombrado en el Libro de Tobías, uno de los libros deuterocanónicos. En la historia, Rafael acude en ayuda de Tobit al curar su ceguera, y de su hijo Tobías, alejándolo del demonio que lo iba a matar. Rafael también juega un papel importante en el Libro de Enoc.
Los Testigos de Jehová creen que Miguel es uno de los nombres de Jesús en el cielo. Según esta visión, Miguel es la primera y la más grande de las criaturas de Dios, el jefe mensajero de Jehová que lidera la reivindicación del nombre de Dios, combatiendo contra las fuerzas de Satán y protegiendo a los seguidores de Dios en la Tierra (Revelaciones 12:7, Daniel 12:1). Esta creencia es sostenida por la importancia que Miguel tiene entre los hijos celestiales de Dios en la Biblia, por la similitud entre la misión de Miguel y Jesús, y por la conexión de Jesús con el oficio arcangelical en el libro bíblico 1 Tesalonicenses 4:16, donde dice haciendo referencia a Jesús que “Porque el mismo Señor descenderá del Cielo con un llamado dominante, con voz de arcángel”.
Esto es discutido por algunos protestantes, como los adventistas del 7º día, el evangelista Charles Spurgeon y el autor presbítero Matthew Henry, quien cree que el arcángel Miguel no es un ángel sino que es el hijo divino de Dios. En esta visión ‘arcángel’ significa ‘cabeza de los ángeles’ más que ángel líder’, y es un título similar al de ‘Príncipe de los ejércitos’ (Daniel 8:11).
En el Islam
En el Islam, los arcángeles incluyen a Miguel o Mikail (arcángel de sustento), Gabriel o Jibril (arcángel de revelación, quien llevó el Qur’an a Muhammad), y el ángel de la muerte –un nombre común para este ángel es Izra-eel, pero este no es mencionado en ninguna escritura.
Los nombres mencionados incluyen al “Ángel de la muerte” o Malak al- Maut o Israfil (arcángel que debe soplar la trompeta el día del Juicio Final), Maalik (Guardián del infierno), Munkar y Fakir (Ángeles de la interrogación que cuestionan a las almas sobre su vida antes de la muerte) y Radwan (Guardián del cielo). Sin embargo, Israfil, Izrail, Fakir y Munkar no son mencionados como arcángeles en el Qu’an o en otros textos islámicos.
Otras tradiciones
Los ocultistas a veces asocian a los arcángeles de la Kabalá con las estaciones, los elementos, e incluso con colores. En algunos sistemas de magia ceremonial basados en la Kabalá, los cuatro arcángeles principales (Miguel, Gabriel, Rafael y Uriel) son invocados en cuatro esquinas, o direcciones, y su color correspondiente se asocia con propiedades mágicas.
En la antroposofía, basada en las enseñanzas de Rudolph Steiner, hay muchos espíritus que pertenecen al nivel jerárquico de un arcángel. En general, su tarea consiste en inspirar y cuidar a grandes grupos de seres humanos, naciones enteras, personas o grupos étnicos. Esto refleja su rango superior al de los ángeles, que lidian con individuos (el ángel guardián) o grupos pequeños.
Los siete nombres de los ángeles principales dados por San Gregorio son Anael, Gabriel, Miguel, Oriphiel, Rafael, Sammael y Zacariel, y tienen la tarea especial de actuar como un Zeitgeist global (‘espíritu del tiempo’), en períodos de 380 años. Desde 1879, Miguel sería nuestro espíritu líder. Cuatro importantes arcángeles también desarrollan actividad espiritual periódica a través de las estaciones: en primavera, Rafael; en verano, Uriel; en otoño, Miguel; y en invierno, Gabriel. Es necesario aclarar que los arcángeles pueden ser buenos o malos. Muchos colaboran con Ahriman, cuyo propósito es aislar a la humanidad del mundo espiritual y promover el materialismo y el control despiadado de la técnica.
En el arte, los arcángeles usualmente se representan con largas alas y muchos ojos. Algunos de los arcángeles más representados son Gabriel, Miguel, Rafael, Metatron, Uriel y Satanel.
Saraqel es descrito como uno de los ángeles que vigila a los ‘espíritus que pecan en el espíritu’ (1 Enoc 20: 7-8 ).
:::Angeles :
- Spoiler:
- La palabra "ángel" se utiliza en hebreo para denotar indiferente a un mensajero divino o humano. La versión latina, sin embargo, distingue a lo divino o al mensajero del humano.
Los ángeles se representan a través de la Biblia como cuerpo de seres espirituales intermedios, ubicados entre la breacha de Dios y los hombres. Igualmente que con el hombre, son seres creados. En el decreto "Firmiter" contra el Albigenses se declaró el hecho de que los ángeles fueron creados y que Dios creó a los hombres después de ellos. Este decreto fue repetido por el consejo del Vaticano, "Dei Filius". Lo mencionamos aquí porque las palabras: "lo ese liveth para siempre creado todas las cosas junto" (Ecclesiasticus 18:1) han sostenido para probar una creación simultánea de todas las cosas; pero se concede generalmente que "junto" (simul) puede aquí significar "igualmente", en el sentido que todas las cosas fueron creadas "igualmente".
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